Parc de La Cogullada

En el extremo sudoeste del barrio de La Cogullada, aprovechando la colina que separa dicho barrio de la autopista C-58, encontramos un parque no muy conocido por los terrassenses, pero que aporta una amplia zona de esparcimiento a los vecinos de la zona. Ocupa una amplia extensión en desnivel y funciona como colchón que aísla el barrio del ruido de la vía que une la ciudad con Manresa y Barcelona.

El parque de La Cogullada es un inesperado remanso de tranquilidad ubicado entre la riera del Palau y la autopista C-58. En su urbanización se aprovechó un espacio semiboscoso existente que se extiende a lo largo de un amplio talud, en la actualidad alfombrado de hierba y poblado por más de 500 árboles de hasta 15 variedades distintas. Ocupa 36.400 metros cuadrados, según los datos que difunde el Ayuntamiento de Terrassa en su website.

Un camino pavimentado recorre toda su extensión favorenciendo el paseo peatonal, lo que lo convierte en un espacio accesible para todo tipo de público. Pero es ascendiendo el desnivel hasta su cota más alta cuando encontramos uno de sus mayores alicientes: la contemplación de unas espectaculares vistas panorámicas de la ciudad, con el macizo de Sant Llorenç del Munt al fondo y los principales edificios que sobresalen en el skyline, entre ellos, las torres del Segle XXI, el rascacielos de la Mútua de Terrassa, o el campanario de la Catedral, entre otros.

Los estilizados árboles que crecen en el parque conviven con plantas aromáticas de distintas especies que dan el contrapunto a un concepto ajardinado de aspecto silvestre. Y es que, al margen de las zonas más «urbanas», el aspecto de esta zona verde es más el de un pequeño bosque urbano. Cuenta asimismo con un área de juegos infantiles y otra pensada para el ejercicio físico, donde hallamos un grupo de máquinas de gimnasia para poner a prueba nuestra destreza al aire libre.

En uno de sus accesos, el que da a la calle Costa Rica, se halla la fuente de La Cogullada, resaltada por una plazoleta empedrada semicircular que se utiliza para distintos eventos vecinales de pequeño formato. En el otro extremo, donde se halla el acceso que existe en la Ronda de Ponent, a la altura del Hotel Don Cándido y los Juzgados, se ha habilitado un espacio donde los perros pueden corretear sueltos. A lo largo del recorrido podremos descansar en alguno de los 25 bancos que se han ubicado.

Quienes os animéis a visitarlo podréis encontrarlo entre las calles de Costa Rica y Francesc Layret y la carretera de Martorell.

Deja un comentario