Archivo de la categoría: Street art

Mural industrial para la calle telers

Al final de la calle Telers, donde empiezan las escaleras que la unen con la calle Baldrich, en el entorno de la Plaça Nova, encontramos una nueva intervención de arte urbano con reminiscencias industriales en el que se combinan diversas técnicas que van del hiperrealismo pictórico al arte figurativo más propio del grafiti.

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Graffiti de gran formato para medianeras

Las paredes medianeras desnudas a menudo son una aberración para la vista. Dejan ver los entresijos de un edificio aparentemente sin acabar y no son muchos los constructores que se esmeran en embellecerlas. No es de extrañar por ello que en muchas ciudades del mundo se haya permitido a los artistas callejeros que las decoren con grandes murales de gran impacto visual que han aportado valores estéticos a espacios que hoy están en el mapa del arte urbano. Alguna mente bien iluminada del Ayuntamiento de Terrassa ha debido de pensar eso mismo, pues ha decidido poner en marcha un plan para embellecer la ciudad mediante el arte urbano. La iniciativa, que recibe el nombre de El Tercer Paisatge y se desarrolla en colaboración con entidades vecinales y artistas de diversa procedencia, consiste en decorar con graffiti de gran formato algunas de esas paredes medianeras que se hallan al descubierto afeando el paisaje urbano, y la primera iniciativa se ha desarrollado en el barrio de Sant Pere Nord, de la mano de la artista terrassense Anna Taratiel, coordinadora de dicha actuación.

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Arte okupa

En el número 89 de la calle Arquímedes hallamos lo que fue el Casal Popular L’Atzur, un ejemplo de digamos «cultura alternativa okupa» que desconozco si aún se halla en activo a juzgar por la falta de información que hallamos en internet, donde cuenta con varios perfiles en redes sociales que se hallan inactivos. Pero no es ese el caso. Como sabéis, me intereso por el arte callejero y, si bien, no vamos a entrar aquí a valorar si la fachada de una vivienda abandonada es o no el lugar idóneo para ejercer dicho arte, la única evidencia es que, por ahora, los graffiti son los protagonistas de este espacio ubicado en pleno centro de Terrassa. Seguir leyendo Arte okupa

Cuando el street art se hace fachada

En el número 37 de la calle de la Mina podemos encontrar esta curiosa fachada decorada por un mural de motivos geométricos que juegan con la abstracción. Pudiera pensarse que se trata de una excentricidad que choca frontalmente con el planteamiento habitual de los acabados que la norma establecida contempla para la zona.  Y tal vez lo sea. Sin embargo, hemos de prestar atención a la firma de dicho trabajo, OVNI, que confiere otra lectura a esta curiosidad del paisaje arquitectónico terrassense. Dicha firma nos lleva a una artista local que inició su andadura en el ámbito del street art barceloné y que cuenta con reputada proyección internacional. Su trabajo adorna otras paredes de la ciudad, como es el caso de los murales del Centro Cívico de Can Tusell o el interior del centro educativo Nova Electra. Su nombre es Anna Taratiel y su sello particular son esas combinaciones geométricas que plasma tanto en lienzo como en pared.

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Los graffiti de Marte

Al final de la Rambla d’Ègara existe un callejón que comunica la principal vía del centro de Terrassa con la calle Arquímedes. Es un pasaje que pasa totalmente inadvertido y al que los artistas callejeros han dado últimamente una nueva dimensión, decorándolo con coloristas murales que plantean escenas surreales. Su sinuoso y destartalado trazado no hacía nada apetecible circular por él, pero ahora se ha convertido en un curioso pasaje que nos transporta a otra dimensión. Como su nombre, Marte, nos hace pensar en mundos lejanos e ignotos, aunque los artistas no se han inspirado en motivos alienígenas para su decoración. Una sugerente mujer nos invita a adentrarnos en ese mundo, donde hay setas alucinógenas, animales legendarios, una venus prehistórica (o mujer de Rubens free style), fauna oceánica y hasta un tótem, entre otros motivos de interés. Otro pequeño museo al aire libre embellece nuestra ciudad. Así lo anuncia un cartel que proclama «Free Art». Seguir leyendo Los graffiti de Marte

La Riera del Palau, una sala de arte al aire libre

Aprovechar el cemento que afea la ciudad para crear belleza es una máxima de gran parte de los artistas callejeros, los que no agreden al patrimonio colectivo sino que contribuyen a dulcificar su aspecto. Y en ese contexto los muros de contención de torrentes, ríos, rieras y avenidas suelen ser un referente para quienes andamos a la búsqueda del arte más espontáneo y en ocasiones efímero: el que emerge de un bote de pintura en aerosol. Seguir leyendo La Riera del Palau, una sala de arte al aire libre

La hormiga que regresó al futuro

Back to the future y la hormigDSC02691a atómica. Dos referentes dispares para decorar un mismo espacio urbano.

En mi particular repaso al street art y a los rincones que esta manifestación artística decora a lo largo y ancho de la ciudad, hoy voy a reparar en el aparcamiento del mercado de Can Boada, y concretamente en el muro de contención situado en una cota baja con respecto a la ronda de Ponent. En él, junto a los habituales anagramas con los que los artistas callejeros firman las paredes, aparecen dos referencias culturales bien distintas que invitan a la reflexión sobre la vivencias de dos generaciones diferentes. De un lado, la que vivió las carencias de una España gris marcada por el tardo-franquismo. Y de otro, la que participó de la explosión cultural de los ochenta al albur de un gobierno de izquierdas promotor de libertades renovadas.                   

Uno de los graffiti aludidos decora el muro de la escalera que salvDSC02694a el desnivel existente entre el aparcamiento y la ronda y podríamos decir que constituye un homenaje implícito a la película Regreso al Futuro (Back to the future), un icono de los años ochenta que dio lugar a una exitosa trilogía que aún cuenta con un sinfín de seguidores. A muy pocos cinéfilos se les escapa el nombre de Marty McFlyMichael J. Fox– o el del científico loco Emmett BrownChristopher Lloyd– , protagonistas absolutos de esta película de aventuras y ciencia ficción. Sin embargo, poco parece tener que ver el slogan o título -según se mire- elegido por el autor de este mural con la temática de las tres películas que Robert Zemeckis rodó en los ochenta, pues es un alienígena el personaje que adorna el título mencionado.

De otro lado, la hormiga DSC02698atómica, que nos retrotrae al pasado, concretamente al año 1965, cuando la famosa productora Hannah Barbera puso en antena esta serie de animación para televisión, que alcanzó un gran éxito mundial con su carismática protagonista, una hormiga dotada de una fuerza sobrehumana debido a su exposición a la radiación.
En los sesenta había que generar empatía hacia la energía nuclear tras al rechazo social con que contaba, debido a las devastadoras consecuencias del uso de los átomos para la guerra y el precedente de las terribles bombas atómicas lanzadas en Hiroshima y Nagasaki. Y en los ochenta, el hastío del bienestar social nos hacía evocar tiempos más plácidos como los de los años 50 y jugar a cambiar el futuro para fantasear con un presente mejor. Toda una generación de hedonistas buscaba el disfrute y el ocio.

Dos propuestas, dos historias; dos circunstancias que comparten un mismo espacio por el que a diario transcurren numerosas personas que hacen sus compras en el mercado y que, posiblemente también a menudo, no reparen en ellas.

Un muro mural

 

Nueva entrega de graffiti. El amplio solar que ocupa la ahora inactiva fábrica Agut S.A., en la confluencia entre la avenida Josep Tarradellas y el paseo 22 de Juliol, se halla rodeado por un muro que permite disfrutar del trabajo de varios artistas callejeros que aportan colorido y dinamismo donde antes solo había frialdad. La arquitectura fabril de los años sesenta combina a la perfección con el arte callejero desarrollado en la actualidad, que no ha perdido sus raíces formales próximas a esa época.
La propuesta estética que esta sala de exposiciones al aire libre ofrece a sus visitantes abarca varias opciones en lo que se refiere a los motivos seleccionados por los graffiteros que aportaron sus creaciones. Así, es posible hallar homenajes al funky de los setenta, los personajes de Disney, el desaparecido gorila albino Copito de Nieve -perdido emblema de la ciudad de Barcelona-, personajes de ficción de inspiración mitológica y aspecto manga, animales… todo ello sin que falten las típicas grafías con mensajes cifrados.