Rafael Puig i Puig

arqs2Nacido en Barcelona a mediados del siglo XIX, Rafael Puig i Puig, estudió en la Escuela de Arquitectura de Barcelona, donde obtuvo el título de arquitecto en 1888. Su obra se centró fundamentalmente en edificios residenciales y panteones funerarios, aunque también desarrolló proyectos urbanísticos. Se caracteriza por su eclecticismo, aunque contempla influencias del modernismo y del neoclasicismo, corrientes muy en boga durante su tiempo de ejercicio como arquitecto.

Su carrera profesional comenzó en Terrassa, donde proyectó varios edificios a partir  del año 1889, en que construyó la casa Bonaventura Marcet, situada en la calle de Sant Pere. Su fachada es de concepción simétrica y se halla rebocada imitando piedra abujardada. Su diseño es muy sencillo y los elementos ornamentales escasos; sin embargo, causó sensación entre arquitectos y ciudadanos de la época «por su monumentalidad y la singularidad del conjunto», tal como refiere en uno de sus artículos el historiador del arte Bernat Puigdollers (bernatpuigdollers.wordpress.com), quien añade que el arquitecto Francesc Rogent dedicó un apartado entero a hablar de este edificio en su monografía titulada Arquitectura moderna de Barcelona, publicada en 1897.

Suyo es también el proyecto desarrollado en 1892 y referido a la Casa Blanxart, ubicada en el número 94 de la calle Font Vella y que se caracteriza por las molduras rectangulares de su fachada. De ese mismo año es la Casa Narcís Argemí, que podemos contemplar en la calle Joaquín de Paz, 54-56, y que tiene un carácter marcadamente clasicista, con fachada de piedra artificial con frontones triangulares y curvados,  cornisas molduradas, ménsulas, pilastras y capiteles corintios.

Pero tal vez su trabajo más emblemático en Terrassa sean las Casas Soler Bohigas, que recuerdan mucho a las residencias británicas de ladrillo rojo con escalinatas de acceso y valla rematada en verja de hierro forjado. Se ubican en la calle Sant Jaume y datan del año 1893.

Tras culminar su etapa egarense, en 1897 fue nombrado arquitecto municipal de Capellades, donde proyectó diversos trabajos arquitectónicos y urbanísticos, y trazó un plano completo del municipio.

Su obra también se halla presente en otras localidades, como Sant Feliu Sasserra, donde se encuentra la Torre Vilaclara; o en Barcelona, donde podemos ver la Casa Rafael Puig, situada en la calle Valencia, número 199; o la casa Amigó, que se erige en el número 332 de la calle Provenza. La primera es rica en elementos neoclásicos. El  cuerpo central del edificio viene enmarcado por columnas que acentúan su verticalidad, y que en el piso principal son de estilo jónico aunque con el fuste liso, mientras que las que van del primero al segundo, de un bloque entero, son corintias (con el fuste acanalado), y las del tercero son dos cariátides.

Y en lo que respecta a la segunda, se trata de una de las  obras más interesantes de Rafael Puig en lo que se refiere al trabajo de ornamentación. Su fachada tiene dos ejes verticales, uno descrito por la puerta principal y los balcones, y el otro por el bloque de tribunas de carpintería y vidrio, de planta poligonal. Como era habitual, las alturas de los pisos tienen una jerarquía decreciente de abajo arriba. El entorno de la puerta tiene una interesante decoración esculpida, con unos cabezas de perro a los flancos y una especie de león fantástico en el dintel.
Rafael Puig i Puig, que además de arquitecto fue promotor inmobiliario, murió en Barcelona en 1912.

Arquitectura e interiorismo en Terrassa

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