Modernismo Industrial

Terrassa, una ciudad «bendecida» por los avances tecnológicos

DSC03835A mediados del siglo XVIII y hasta principios del XX se produjo en Europa un fenómeno conocido como Revolución Industrial, que constituyó el cambio fundamental hacia la edad moderna y contemporánea en lo que se refiere a los modelos de producción económica, que conllevaron también drásticos cambios en la sociedad y la cultura. Con origen en Gran Bretaña, esta transformación, provocada por el desarrollo de nuevas tecnologías aplicadas a los antiguos oficios, arraigó con inusitada fuerza en Catalunya y, de forma muy notable, en la ciudad de Terrassa. Al albur de la industrialización, la economía basada en la actividad manual se sustituye por la actividad mecánica, dando lugar a la industria y a la manufactura y, con ellas, a la producción de bienes de consumo en mayor cantidad, de forma más rápida y con más calidad. El invento de la máquina de vapor fue clave para este gran cambio en los sistemas de producción, al permitir la creación en serie de bienes para el consumo. Pero también la aparición de nuevos medios de transporte más rápidos y eficientes, que permitieron potenciar el comercio. La forja del hierro como elemento arquitectónico es otro de los adelantos de la época, permitiendo la construcción de grandes estructuras que dieron lugar a amplias naves de trabajo, entre otros edificios.

DSC02619Entonces se produce el gran éxodo de ciudadanos procedentes del campo a las ciudades para trabajar como obreros de las numerosas fábricas que iban apareciendo. Terrassa empieza a multiplicar su población de forma exponencial, dejando de ser un pequeño municipio para transformarse en una gran ciudad. La ciudad se llena de naves de ladrillo y altas chimeneas de los vapores que movían la industria local. La sociedad empieza a cambiar, alejándose de la economía agrícola y centrándose en una potente industria lanera que muy pronto situaría los «paños de Terrassa» en el mapa del sector textil internacional. Los grandes industriales crearon una importante burguesía local que quiso dotarse también de sus propios ateneos, casinos y teatros, brindando así a la ciudad de una rica agenda cultural y de equipamientos urbanos aderezados por una nueva corriente artística que floreció entre los siglos XIX y XX: el Modernismo.

Como expresión arquitectónica, el modernismo es una corriente esencialmente decorativa, aunque dotada de soluciones arquitectónicas originales. La arquitectura de la ingeniería del siglo XIX estaba ampliamente basada en el desarrollo del hierro, primero como hierro fundido, después como hierro forjado, más tarde como acero. Pero posteriormente fue incorporando nuevos elementos, como el hormigón armado. Impregnada de los gustos estéticos de esa época, esa arquitectura industrial también evolucionó incorporando los criterios ornamentales de la corriente modernista, al igual que ocurriera en el caso de la arquitectura residencial. El origen de este tipo de arquitectura se localiza en Bélgica, donde nace bajo en nombre de Art Noveau de la mano de los arquitectos Van de Velde y Victor Horta. Pero su ideario se expande por más lugares del mundo. Viena ve nacer la Sezession, con figuras totémicas como Otto Wagner, y en Catalunya surge el Modernisme y Noucentisme con Antoni Gaudí, entre otros.

DSC03645A mediados del siglo XIX Terrassa era una de las ciudades catalanas y españolas punteras en la revolución industrial. Se había especializado en la industria de la lana y el sector textil era el auténtico motor económico de una ciudad totalmente transformada. Los prohombres de la época, tal como ocurre en la actualidad, también quisieron rivalizar a la hora de erigir sus fábricas y residencias. Para ello, recurrieron a algunos de los arquitectos de la época más significados con esta corriente estética. Melcior Vinyals, Josep Maria Coll i Bacardí o Lluís Muncunill fueron algunos de los artífices de la eclosión del modernismo en la ciudad, especialmente el último de ellos, que fue el arquitecto más prolífico, autor de algunos de los edificios más emblemáticos de la ciudad.

El rápido desarrollo de Terrassa en una época muy concreta de su historia hizo que se produjera una gran concentración de edificios de interés artístico, que surgieron al amparo de la industria. De ahí el concepto del modernismo industrial con el que las instituciones promueven ahora el turismo cultural en la ciudad. Dicha concentración es tal que constituye una de las más importantes del mundo si tenemos en cuenta la profusión de fábricas, viviendas, edificios públicos y otros elementos urbanísticos. No en vano, en un pasado reciente, la ciudad podía verse como un gran complejo fabril dominado por las chimeneas, hoy en día también principal elemento visual, aunque con una función meramente estética.

Casa Alegre de SagreraEl modernismo legó a la ciudad alrededor de 70 edificios de interés histórico y cultural, entre los que cabría destacar la Masia Freixa, el Vapor Aymerich, Amat i Jover, la Casa Josep Maria Coll i Bacardí (Casa Baumann), la Casa Alegre de Sagrera, el Teatro Principal o la antigua confitería Vídua Carné.

A raíz de la celebración de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, en los que Terrassa fue subsede olímpica de hoquey hierba, la ciudad se planteó la posibilidad de explotar turísticamente su potencial patrimonial. Los fenómenos del turismo cultural y del turismo industrial empezaban a llegar al gran público en una época en la que Cataluña exploraba la evolución futura del modelo turístico definido en los años sesenta y setenta. Terrassa empezó a crear una oferta de servicios y rutas turísticas estrechamente vinculadas al patrimonio industrial modernista, así como también a elementos singulares de su patrimonio medieval, como el conjunto de las iglesias de Sant Pere, o de su entorno paisajístico, como el Parque Natural de Sant Llorenç i la Serra de l’Obac.

En la primavera de 1993, el Ayuntamiento, el Museo de Terrassa y el Museo Textil organizaron una jornada cultural y festiva en la que se reprodujo la ambientación de la Terrassa de un siglo atrás: exactamente, del 28 de marzo de 1918. Esa ruta teatralizada comportó la recreación de vestuarios, y escenas características, que permitían revivir la atmósfera de la antigua ciudad industrial.

La década siguiente se fue consolidando progresivamente la oferta turística egarense, y Terrassa consolidó su posición en el mapa turístico catalán, con el apoyo de la Diputación de Barcelona y de la Generalitat de Cataluña. Ello le permitió tomar parte posteriormente en iniciativas como la red Réseau Art Nouveau Network, creada a escala europea en 1999, o la Red de Turismo Industrial de Cataluña (XATIC, www.xatic.cat), con sede en Terrasa desde 2006.

Actualmente, Terrasa ocupa un lugar destacado en el mapa europeo del modernismo y el turismo industrial, junto a municipios como Barcelona, Reus, Sitges,Bad Nauheim (Alemania), Lodz (Polonia), Tiflis (Georgia), La-Chaux-de – Fonds (Suiza), Bruselas (Bélgica), Alesund (Noruega), Glasgow (Reino Unido), Helsinki(Finlandia), Viena (Austria), Liubliana (Eslovenia), Nancy y Aviñón (Francia) o la provincia de Varese ( Italia).

En torno a todo ese patrimonio, el Ayuntamiento de Terrassa pone a disposición de los visitantes hasta cinco rutas turísticas a través de las cuales se dan a conocer algunos de los principales edificios, su historia y sus valores arquitectónicos (www.visitaterrassa.cat).

Casa del Bunyolero
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Ubicado en el número 54 del Portal de Sant Roc, la Casa del Bunyolero es uno de los edificios más peculiares del modernismo terrassense por su fachada totalmente cubierta por cerámica decorada. Bien de interés cultural local, este inmueble residencial fue construido a principios del siglo XX, pero su aspecto actual se debe a una reforma ejecutada en 1916 por Josep Maria Coll i Bacardí.
Casa Joan Barata
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La Casa Joan Barata, como es conocido este edificio de tres plantas, se halla en la ruta del modernismo que transcurre por el centro de la ciudad, en una calle que cuenta con varios ejemplos de este legado arquitectónico. La reforma de Muncunill afectó al interior y al exterior, cambiando por completo su fisionomía con elementos claramente modernistas entre los que destaca fundamentalmente el uso del esgrafiado, que hace de esta casa un ejemplo singular en Terrassa. Valiéndose de esta técnica (consistente en cincelar dibujos en el enlucido y revestimiento de los muros), Muncunill “pintó” con hojas toda la fachada.
Almacén Cortés i Prats
Entre los años 1906 y 1925, sus bajos acogieron al café Condal, toda una institución para la sociedad egarense de principios del siglo XX. En 1906 y a iniciativa del pintor Vancells, se instaló en su primer piso una sala de espectáculos modernistas denominada Ars Lucis. En 1911 su primera planta también fue la sede del cine Egara, y a partir de 1925 el edificio se convirtió en la sede del Sindicato Comercial e Industrial, hasta recuperar nuevamente diversos usos comerciales.
Entre los años 1906 y 1925, sus bajos acogieron al café Condal, toda una institución para la sociedad egarense de principios del siglo XX. En 1906 y a iniciativa del pintor Vancells, se instaló en su primer piso una sala de espectáculos modernistas denominada Ars Lucis. En 1911 su primera planta también fue la sede del cine Egara, y a partir de 1925 el edificio se convirtió en la sede del Sindicato Comercial e Industrial, hasta recuperar nuevamente diversos usos comerciales.
Almacén Joaquim Alegre
Almacén Joaquim Alegre
Almacén Joaquim Alegre. La guía sobre arquitectura industrial modernista editada por el Ayuntamiento de Terrassa define a este edificio como «el almacén más emblemático de Terrassa de todos los que construyó Lluís Muncunill con su personal lenguaje modernista». Sin llegar a afirmar tanto, sí es cierto que la actual sede del Arxiu Tobella es uno de los claros ejemplos de ese tipo de arquitectura, caracterizada por su sobria belleza, en la que sobresale como elemento definitorio el uso de arcos elípticos. Se construyó en el año 1904 por encargo del industrial Joaquim Alegre como almacén para la razón social Aymerich, Amat i Jover, fábrica que cuenta con otro de los edificios emblemáticos de la ciudad.
Ayuntamiento de Terrassa
Ayuntamiento
El edificio que alberga al Ayuntamiento de Terrassa es un raro ejemplo dentro del prolífico legado que dejó a la ciudad el arquitecto Lluís Muncunill por su carácter claramente neogótico, que rehuye los matices modernistas que caracterizaron la práctica totalidad de su obra. El diseño del actual Consistorio fue concebido en el año 1898, cuando se decidió trasladar al solar de Can Galí el antiguo ayuntamiento, que ocupaba el caserón ubicado en el número 13 del Raval de Montserrat, que a su vez pasó a ser propiedad del Instituto Industrial de Terrassa, fundado en 1873, con el objetivo de potenciar el gremialismo de los distintos sectores industriales. Sin embargo, los terrassenses no pudimos ver acabada la obra por completo hasta mucho después.
Mercado de la Independencia
Mercado de la Independencia
Mercado de la Independencia. Los arquitectos Antoni Pascual Carretero y Melcior Vinyals Muñoz fueron los padres del inmueble, cuyas obras se contrataron a Pere Almirall Ballbé. Decidieron apostar por el hierro como principal elemento decorativo, siguiendo la tendencia modernista de la época y confiriéndole cierto carácter innovador al nuevo mercado, dadas las dimensiones de la estructura metálica resultante del proyecto. El edificio se estructuró entres naves en forma de abanico, que permitían disponer de 3.175 metros cuadrados para la actividad comercial de la ciudad.
Masia Freixa
Masia Freixa
La Masía Freixa era la residencia familiar del industrial Josep Freixa i Argemí, quien encargó su construcción al arquitecto Lluís Muncunill. Anticipándose a lo que ocurriría muchos años después en la ciudad (la transformación de antiguas fábricas en viviendas), el proyecto se ejecutó en torno a una fábrica, de la que se aprovechó su estructura original y su cubierta. El edificio estaba rodeado por un gran jardín (actual Parque de Sant Jordi) y se hallaba en una zona de ensanche de la ciudad, alejado de lo que en aquellos tiempos era la trama urbana.
Sociedad General de Electricidad
Sociedad General de Electricidad
Sociedad General de Electricidad
Teatro Principal
Teatro Principal
Teatro Principal

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