Casa Soteras, el Banco de Terrassa

Pues sí, Terrassa tuvo un banco que acabó malográndose por la crisis de los años 20 del siglo pasado. Pero eso es historia y aquí lo que nos interesa en primer lugar es la arquitectura, aunque en ocasiones ambas vayan de la mano. El Banco de Terrassa, también conocido como Casa Soteras es un edificio que sorprende por su fastuosidad y monumentalidad. A menudo un desconocido para los ciudadanos que se sorprenden al descubrir este gran caserón de reminiscencias victorianas, que aparece completado por dos edificios gemelos de idéntica catadura. Contemplar el conjunto es como transportarse a otra ciudad y, por supuesto, a otra época. Un oasis de esplendor en pleno centro, apocado por la mala conservación de la fachada del antiguo banco, que recobraría su esplendor simplemente con una buena limpieza.

Protegido como Bien Cultural de Interés Local (BCIL), la Casa Soteras recibe su nombre del arquitecto que concibió sus hechuras monumentalistas y suntuosas. Así, aunque el edificio como tal abrió sus puertas en su actual ubicación 1889 con una propuesta estética más sencilla, fue remodelado en 1909 por Salvador Soteras y Taberner.

Fue este arquitecto barcelonés quien le otorgó el boato propio que necesitaba el floreciente comercio terrassense, creando un edificio monumental rico en detalles propios del modernismo que tanto afectó a la ciudad. Se trata de un edificio entre medianeras, de planta baja, principal y piso, del que destaca su fachada simétrica compuesta por un cuerpo central y dos torres laterales que lo flanquean, como si se tratase de una catedral. Una gran portada central daba acceso al inmueble, pero fue sustituida en 1944 por dos puertas laterales pequeñas cuando se adaptó para vivienda particular.

Entre los elementos propios del modernismo que aparecen en el edificio, destacan los remates de las torres y los paneles de mosaico de la planta noble, que representan figuras femeninas. Corona la fachada un gran escudo de la ciudad, y hallamos también muchos elementos neoclásicos, como columnas y capiteles.

El Banco de Terrassa se fundó el 24 de diciembre de 1881 a iniciativa de 9 industriales laneros y 7 terratenientes de la ciudad como banca comercial, ya que la industria local requería el uso de giros y descuentos comerciales, y casi no se dedicaba al crédito, según se explica en la Wikipedia. Se trasladó al nuevo edificio de la calle de Santiago en 1892. Llegó a tener una veintena de sucursales por toda Cataluña, siendo el segundo banco en importancia tras el de Barcelona. La crisis económica llevó al banco a hacer suspensión de pagos, y en 1924 acabó quebrando. Se reconvirtió en el Banco Comercial de Terrassa, conservando su misma sede, hasta que en 1944 se trasladó a la nueva sede de la calle Mayor. Esta última entidad financiera se acabó integrando definitivamente en 1956 en el Banco Comercial Transatlántico, una filial del Deutsche Bank.

2 comentarios en “Casa Soteras, el Banco de Terrassa”

    1. Es cierto, una pena que no luzca mejor. Se nota la pátina del tiempo en forma de suciedad en su fachada. Le falta lustre, pero es todo un emblema desconocido por muchos.

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