Ruta por las cerámicas de Bono Peris

Terrassa cuenta con, al menos, ocho obras urbanas del reputado ceramista catalán de origen valenciano Julio Bono Peris, distribuidas por diversos edificios de la Ciudad. A excepción de alguna, de proporciones remarcables, han pasado desapercibidas para muchos ciudadanos, pero merecen ser reconocidas por su mérito artístico. Nacido en Sagunto en 1934, Julio Bono se trasladó a Catalunya cuando contaba tan solo 5 años de edad y fue aquí donde desarrolló sus habilidades como artista plástico, escultor, pintor y ceramista. A lo largo de su vida (falleció en Mataró el año 2017) dejó por todo el país murales cerámicos de grandes dimensiones, entre los que destacan los de las estaciones de Sants (Barcelona), Chamartín (Madrid) y Santander, el del aeropuerto de Málaga o los de El Corte Inglés de Valencia, el Ayuntamiento de Adeje (Tenerife), una iglesia de Gotteborg (Suecia), la basílica de Begoña (Bilbao) o el Hotel Playa Golf de Mallorca.

La obra del ceramista catalán ha sido reconocida por los expertos, quienes han destacado sus valores artísticos; sin embargo algunos de sus trabajos, al ser parte de la ornamentación de edificios privados, se hallan bajo riesgo de desaparición si no se decreta su conservación. Comparte Bono con los artistas callejeros ese mismo riesgo, pues a menudo las restauraciones de edificios no reparan en plafones decorativos o murales preexistentes y optan por el derribo sin documentar obras de arte que se pierden para siempre.

En Terrassa, uno de los trabajos más emblemáticos que tenemos de este artista es el que se refiere a la desaparecida  y popular discoteca Libben’s, cuya fachada entera fue obra de Bono. Pero sorprendentemente existen otras aportaciones del artista que podemos recorrer en un circuito no demasiado largo, básicamente ubicado en el barrio de Ca N’Aurell. Os propongo aquí una ruta a paseo por la ciudad para descubrir la contribución de Bono Peris a la estética de algunos edificios.

Iniciamos nuestro paseo en el barrio del Segle XX, en la zona de polígonos que hallamos al final de la Rambleta del Pare Alegre. En el número 35 de la calle Joan Monpeó se sitúa la empresa Mecánica Egarense. En su fachada principal podremos contemplar un gran mural de cerámica vidriada obra de Bono Peris, en el que se incluyen elementos alegóricos a la labor industrial que se desempeña en dicha empresa. Observamos una especie de sol rojo en cuyo centro se halla representado un obrero y una especie de yunque o martillo conectado a un corazón mediante una especie de tubería. En el mural apreciamos los rasgos distintivos del trabajo de Peris, mediante la creación de imágenes o gamas de color realizadas con trozos de baldosa irregulares, siguiendo un poco los esquemas del trencadís, aunque a otra escala o formato. Como en casi todas sus obras, aparecen medallones que realzan algunos de los elementos o imágenes sobre los que el artista quiere fijar nuestra atención, ya sea por motivos estéticos o conceptuales.

Abandonamos la calle Monpeó, cruzando el pequeño parque dedicado a Paulina Pi de la Serra, en dirección a la estación de autobuses, para llegar hasta la carretera de Martorell en su confluencia con la calle Arquímedes (*). Allí hallaremos la principal y más espectacular obra de Bono en Terrassa, la fachada de la discoteca Libben’s. El desaparecido club nocturno -en cuyo solar se ha planificado la construcción de un edificio de viviendas- era identificable por su reluciente fachada de cerámica. En ella observamos algunos de los rasgos distintivos de su trabajo, con composiciones geométricas y abstractas, que incluyen elementos figurativos y gran colorido. Para esta fachada, Bono eligió el fondo blanco, sobre el que destacan listas verticales de tonos azulados o tierra formadas con distintos azulejos. Como en otros de sus murales, apreciamos medallones con relieves alegóricos a la actividad que se desarrolla en el interior. En este caso, la silueta de una mujer desnuda, un instrumento musical y una partitura musical. Es remarcable también el trabajo de collage realizado para la confección del medallón que incluye el nombre de la discoteca.

En la fachada que da a la calle Arquímedes hallamos el mismo esquema de diseño con rayas verticales en tonos azulados, ocres y marrones, elaborados a partir de baldosas de cerámica que juegan con distintas texturas. También cobran protagonismo tres medallones con relieves alegóricos a la música en tonos tierra.

Tomando la calle Arquímedes en dirección a la calle Watt, nos adentramos por Ca N’Aurell hasta alcanzar la calle Nicolau Talló, para finalizar en la calle Salvà. En el número 30 nos encontraremos el edificio Dacosta, en cuya fachada principal hallaremos un mural rectangular que representa tres figuras humanas de aspecto prehistórico y en actitud bélica (una de ellas lanza un hacha con la que hiere por la espalda a otro personaje. Entre ellos aparece lo que podría ser el simbolismo de la industria y sobre ellos aparece un lema: «ciclo».

Sobre el mural hallamos un gran medallón en tonos azules con relieves que incluyen formas espirales que recuerdan olas marinas.

Un poco más adelante, en la acera de enfrente está el edificio Dacosta 2. Allí hallamos otro mural de pequeño formato formado por listas semicirculares de cinco colores y en el que apreciamos una cadena colgante sobre el lema «momento» y una figura humana. Las rayas que se forman con baldosas incluyen formas circulares y triangulares que aportan relieve al mural.

Salva 39

Continuamos nuestro paseo por la calle Salvà hasta enlazar con la calle Alexandre Bell. En el número 59 nos toparemos con la empresa de tabiques pluviales Porras. Sobre la puerta que da acceso al edificio podremos contemplar otro gran mural en el que se distinguen dos figuras humanas (una mujer y un niño) aparentemente sentadas bajo un árbol y con un imponente sol de color rojo en punto de fuga. El azul del cielo y los tonos ocres claros de lo que podría ser un campo de vides, conforman el paisaje simbólico que representa este mural.

En el chaflán de enfrente al edificio Porras, se halla un edificio de viviendas en el número 46 de la misma calle Alexandre Bell. Sobre el dintel de la puerta de acceso al inmueble contemplamos un pequeño mural de gran sencillez que incluye el nombre del edificio rubricado por lo que parece un frontón de tonos óxido sobre un fondo crema y enmarcado por azulejos de color granate.

Alex Bell 46-3

Desde ese chaflán, tomamos la calle Isaac Peral y nos desplazamos hasta el edificio que ocupa los números 40 y 42. Allí hallaremos un trabajo más integral, que trasciende el mural decorativo para adentrarse en el camino del enlucido de fachadas. Sobre cada uno de los portales de acceso al edificio hallamos un pequeño mural ilustrativo. El del número 40 reproduce una imagen del típico pueblecito marinero de la Costa Brava, con sus casitas blancas a pie de playa y un velero navegando bajo un radiante sol. En el número 42 los motivos marineros se centran en tres peces con reflejos de color azulados, amarillos y púrpura.

Sin embargo es en el cuerpo del edificio donde aparece el bloque principal del trabajo, con trazos más sutiles, exentos del colorido y el brillo habituales en la obra del artista. Se exhibe en la fachada un trabajo cerámico tosco en apariencia, que parece querer dar idea de piedra arenisca, o simplemente, arena de playa con formas caprichosas que recuerdan cocnahs marinas o trilobites. Las hallamos en el centro del edificio, marcando las barandas de los balcones.

Nuestra ruta por la obra de Julio Bono Peris en Terrassa finaliza en esa misma calle, en el número 45, donde hallamos el último de los murales, también ubicado en un edificio de viviendas. Sobre la puerta de acceso contemplamos un fondo ocre elaborado a partir de baldosas rectangulares con distintos tonos de oxidación. Sirve de marco para cuatro medallones con imágenes difíciles de identificar. Se aprecia en uno de ellos lo que podrían ser motivos florales.

LA RUTA

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(*) En la actualidad, el edificio ya no existe, pero los principales plafones se rescataron y están depositados en los almacenes del Museo de Terrassa.

3 comentarios en “Ruta por las cerámicas de Bono Peris”

    1. Gracias por leerlo, Raúl. Me gustaría ver la obra de tu portal. A menudo, nuestras ciudades cuentan con pequeños tesoros más o menos ocultos que no siempre valoramos. Un saludo desde Terrassa.

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  1. El Julio Bono va tenir el seu taller a Vallcarca, davant de casa meva, el veia cada dia arribar amb la seva moto . Va tenir molt bona relació amb tots els veïns del barri, on va començar la seva obra amb la seva parella i el seu gran col.laborador el Sr. Sànchez.

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